miércoles, 21 de febrero de 2007

Historias de niños

No sé por qué, pero todas las madres suelen tener la costumbre de contar historias de cuando sus hijos eran pequeños. Historias cuyo protagonista se encuentra presente entre la audiencia de la madre y que, lastimosamente, suele verse avergonzado al final de las narraciones. Y es que, quieran o no, los hijos siempre serán unos niños pequeños para sus madres, y a éstas esos episodios les resultan tiernos y cariñosos.
El caso es que el otro día mi madre, como todas las madres, estaba contando una historieta sobre mí. Comentaba que cuando yo tenía, aproximadamente, un año quería tomar la papilla (en aquel entonces los potitos no se habían inventado) por mis propios medios. Quería coger yo la cucharilla e ingeniármelas como fuera para comer sin ayuda alguna. Probaba de todas las maneras, me ensuciaba de pies a cabeza y lo intentaba tozudamente una y otra vez. ‘Es más’, enfatizó mi madre, ‘si no le dejabas a él sólo, se cabreaba. ¡No quería que le ayudaran!’
Una vez terminado el relato, me sentí sorprendentemente orgulloso. Aquella historia reflejaba fielmente uno de los rasgos principales de mi carácter. Y me alegró mucho que mi madre contase aquello.
En realidad, pienso que a lo largo de nuestra vida cambiamos muy poco. Nuestra forma de actuar se rige por las mismas premisas, y lo único que cambia, o disfraza, nuestro comportamiento son las circunstancias que vamos afrontando. El valiente siempre avanzará, el inseguro dudará siempre, el cobarde siempre se ocultará, el generoso siempre ofrecerá, el optimista siempre sonreirá… ya sea frente a una papilla o ante un negocio de millones de euros. Y es en estas historias que cuentan nuestras madres donde se plasman fielmente estas conductas… o no… o qué sé yo…

5 comentarios:

servidora dijo...

Estoy a punto de darle el puntito intelectualoide-torpe al comentario, pero es que el martes vi "Palíndromos" y una de las ideas que aparecen en la peli es esa, creo: somos palíndromos, se nos "lee" igual a los 3 años que a los 60, da lo mismo que nos pillen yendo que viniendo (inserte su chiste sobre gallegos here).

Curioso.

Oye, y si el de la foto eres tú... "Oh, you was so cute!" (con vocecita de honey, por supuesto :-))

Don Serafín dijo...

Mira que si ahora soy un guionista frustrado de cine de humor gallego ... y yo sin saberlo!! jaja.
¿!¿! Cómo que 'was'!?!?!... estoy indignao. Ni vocecita honey ni ná... no hay respeto.
En fin, al menos fui 'cute' algún día, sinf!!

servidora dijo...

Well, of course, now you are a very handsome man!!!

Better?? :-P

servidora dijo...

...que ahora que lo veo escrito, tiene guasa esto de handsome.. ¿¿alguna mano?? alguna mano ¿de qué? ¿de pintura? :-D

Don Serafín dijo...

Jajajaja... mucho mejor lo de handsome :-)) y, de momento, sin ninguna mano de pintura jeje.
Yo lo de handsome lo relaciono con un pulpo (some hands); que hablando de un tío todo es probable