...y toda vez que parecía que tenía una nueva pequeña teoría, era preciso someterla al juicio del método científico para verificar su validez.
Las hipótesis ya estaban planteadas... y ví que eran buenas.
Comprobé los resultados del primer experimento... y ví que eran buenos.
Realicé diversas predicciones relativas a otros tantos experimentos. Apliqué mi nueva teoría, obtuve nuevos datos... y ví que eran buenos.
Así que concluí: '¡¡rediox!!, parece que funciona... o no... o qué sé yo...'
miércoles, 31 de enero de 2007
martes, 30 de enero de 2007
Leibniz
Asústense cuando, al consultar la biografía de algún personaje histórico, lo primero que leen es "matemático y filósofo" (o viceversa). Sin duda, ese personaje fue un auténtico adicto a las cavilaciones, un forofo de las elucubraciones, un incansable agitador de sus propias neuronas. Pitágoras, Descartes o Leibniz son unos magníficos ejemplos.
El caso es que el opositor de este año estuvo repasando el tema de Historia del Cálculo Integral. En esa revisión apareció una mención a la labor filosófica de Leibniz. Y ahí saltó mi enzima MyF (MatemáticoyFilósofo con todas las letras requieren muchísimo más talento de lo que mi cabeza puede ofrecer). Con la peregrina intención de usar la teoría del Cálculo Integral de Leibniz como herramienta filosófica y, tomando como laboratorio de experimentos lo sucedido entorno a mi cumpleaños, comencé una infinitesimal reflexión.
En Integración, Leibniz consideraba una curva como una poligonal de infinitos lados donde: dy es la diferencia infinitesimal de dos ordenadas consecutivas, dx la diferencia de dos abscisas consecutivas y la integral de ydx representa la suma de los pequeños rectángulos infinitesimales ydx.
Llegados a este punto quizá se pregunten "¿cómo demonios se puede adaptar 'eso' a la vida cotidiana?" o "¡Qué presuntuoso es don serafín!" Pues bien, aquí van mis ajustes (o desajustes).
A veces, en un momento concreto, no consigues identificar claramente un origen que explique nítidamente por qué te encuentras en la situación que vives en ese preciso instante. No encuentras una causa, un motivo, un por qué. Sin embargo, echando la vista atrás, y dividiendo un amplio lapso de tiempo en años, esos años en meses, esos meses en días, y así sucesivamente, pues es muy probable que se reúna una colección de circunstancias infinitesimales. Circunstancias que son más reconocibles cuantas más subdivisiones se empleen. Además, podría asegurar que, en el momento de producirse, tales circunstancias sucedieron de modo casi inadvertido; pero que al irse acumulando reiteradamente desembocaron en una gran diferencia entre la situación inicial y la final.
De esta forma, estaríamos calculando lo acontecido bajo una determinada relación personal continua entre dos instantes del tiempo determinados... o no... o qué sé yo...
El caso es que el opositor de este año estuvo repasando el tema de Historia del Cálculo Integral. En esa revisión apareció una mención a la labor filosófica de Leibniz. Y ahí saltó mi enzima MyF (MatemáticoyFilósofo con todas las letras requieren muchísimo más talento de lo que mi cabeza puede ofrecer). Con la peregrina intención de usar la teoría del Cálculo Integral de Leibniz como herramienta filosófica y, tomando como laboratorio de experimentos lo sucedido entorno a mi cumpleaños, comencé una infinitesimal reflexión.
En Integración, Leibniz consideraba una curva como una poligonal de infinitos lados donde: dy es la diferencia infinitesimal de dos ordenadas consecutivas, dx la diferencia de dos abscisas consecutivas y la integral de ydx representa la suma de los pequeños rectángulos infinitesimales ydx.
Llegados a este punto quizá se pregunten "¿cómo demonios se puede adaptar 'eso' a la vida cotidiana?" o "¡Qué presuntuoso es don serafín!" Pues bien, aquí van mis ajustes (o desajustes).
A veces, en un momento concreto, no consigues identificar claramente un origen que explique nítidamente por qué te encuentras en la situación que vives en ese preciso instante. No encuentras una causa, un motivo, un por qué. Sin embargo, echando la vista atrás, y dividiendo un amplio lapso de tiempo en años, esos años en meses, esos meses en días, y así sucesivamente, pues es muy probable que se reúna una colección de circunstancias infinitesimales. Circunstancias que son más reconocibles cuantas más subdivisiones se empleen. Además, podría asegurar que, en el momento de producirse, tales circunstancias sucedieron de modo casi inadvertido; pero que al irse acumulando reiteradamente desembocaron en una gran diferencia entre la situación inicial y la final.
De esta forma, estaríamos calculando lo acontecido bajo una determinada relación personal continua entre dos instantes del tiempo determinados... o no... o qué sé yo...
lunes, 29 de enero de 2007
My friend
Empty your mind. Be formless, shapeless. Like the 'sustitut@'.
You put the 'sustitut@' into a man and s/he becomes a man.
You put the 'sustitut@' into a woman and s/he becomes a woman.
The 'sustitut@' can arrive at A Guarda and the 'sustitut@' can arrive at Ribadeo.
Be sustitut@, my friend!
You put the 'sustitut@' into a man and s/he becomes a man.
You put the 'sustitut@' into a woman and s/he becomes a woman.
The 'sustitut@' can arrive at A Guarda and the 'sustitut@' can arrive at Ribadeo.
Be sustitut@, my friend!
Cabezas de dragón (III)
8:50
Cabeza pensante #1 - ¡¡Mira, es Jorge!! ¡¡No viene la otra!! ¡¡Bieeen!!
11:58
Jorge - Mañana no vengo yo...
Cabeza pensante #2 - Noooo... ¡¡tienes que quedarte¡¡
12:57
Jorge - Mañana no vengo yo...
Cabeza pensante #3 - Joooder. Podíamos hacer como en clase de mi hermana, que están recogiendo firmas para que te quedes.
13:56
Jorge - Mañana no vengo yo...
Cabeza pensante #4 - Noooo... Bueno, pero tienes que pasar por clase para despedirte.
Parece que al final el combate fue bastante amistoso... o no... o qué sé yo
Cabeza pensante #1 - ¡¡Mira, es Jorge!! ¡¡No viene la otra!! ¡¡Bieeen!!
11:58
Jorge - Mañana no vengo yo...
Cabeza pensante #2 - Noooo... ¡¡tienes que quedarte¡¡
12:57
Jorge - Mañana no vengo yo...
Cabeza pensante #3 - Joooder. Podíamos hacer como en clase de mi hermana, que están recogiendo firmas para que te quedes.
13:56
Jorge - Mañana no vengo yo...
Cabeza pensante #4 - Noooo... Bueno, pero tienes que pasar por clase para despedirte.
Parece que al final el combate fue bastante amistoso... o no... o qué sé yo
sábado, 27 de enero de 2007
Uno más
La sección cartesiana de mi mente, ha decidido que.... a la pregunta... ¿ha sido este un buen año?... la respuesta es....... ¡¡¡SIIIII!!!
Es cierto. Éste ha sido un buen año. Y, por eso, hoy estoy contento. La verdad es que en estos 365 días he vivido y sentido muchas cosas y, como pienso que sentir es vivir, pues este año he vivido mucho. Así que creo que he aprovechado el tiempo y eso siempre produce satisfacción.
Ya son 32. Bonito número. Tiene un 2 y un 3. Con la relevancia que ello conlleva: un número par y otro impar, los dos primeros números primos, 32 es la quinta potencia de 2 (aparece el 5, que es el tercer número primo),...
Incluso, el hecho de que hoy sea el día 27 del año 2007 seguro que significa algo bueno (ahí está el 7, cuarto número primo); aunque los dos ceritos por el medio me hacen dudar un poco...
De todas formas, creo que me va a gustar tener 32 años. Además, ya voy asumiendo que he cumplido 30 y, por lo tanto, el shock es menor. El año pasado asumía que tenía 31, pero aún no había digerido que había cumplido 30. Luego parece que voy curando mis traumas.
En todo caso, ¡¡ we are gonna have a good time !!
P.D. Como los números primos signifiquen algo negativo, ¡¡que mal año!!... o no... o qué sé yo
Es cierto. Éste ha sido un buen año. Y, por eso, hoy estoy contento. La verdad es que en estos 365 días he vivido y sentido muchas cosas y, como pienso que sentir es vivir, pues este año he vivido mucho. Así que creo que he aprovechado el tiempo y eso siempre produce satisfacción.
Ya son 32. Bonito número. Tiene un 2 y un 3. Con la relevancia que ello conlleva: un número par y otro impar, los dos primeros números primos, 32 es la quinta potencia de 2 (aparece el 5, que es el tercer número primo),...
Incluso, el hecho de que hoy sea el día 27 del año 2007 seguro que significa algo bueno (ahí está el 7, cuarto número primo); aunque los dos ceritos por el medio me hacen dudar un poco...
De todas formas, creo que me va a gustar tener 32 años. Además, ya voy asumiendo que he cumplido 30 y, por lo tanto, el shock es menor. El año pasado asumía que tenía 31, pero aún no había digerido que había cumplido 30. Luego parece que voy curando mis traumas.
En todo caso, ¡¡ we are gonna have a good time !!
P.D. Como los números primos signifiquen algo negativo, ¡¡que mal año!!... o no... o qué sé yo
viernes, 26 de enero de 2007
El uno
En la famosa identidad de Euler los dos números con los que 'el paisano' puede estar familiarizado son el 0 y el 1.
El 0 simboliza el vacío y, mal que bien, a muchos nos recuerda la fatídica nota con las que nos amenazaban en la escuela si nos portábamos mal.
Así que, bien pensado, el 1 merece un sentido homenaje. El 1 es el principio de todo. Con él se pueden obtener todos los números naturales y, a partir de éstos, los enteros, los racionales, los irracionales y los reales. El 1 es el primero, el mejor, el inicio de toda obra o creación.
El 1 puede pasar desapercibido por se aparente poca utilidad; pero es extremadamente necesario. Antes o después, todos necesitamos al 1. Durante más o menos tiempo, en más o en menos ocasiones, todos y todas hemos recurrido, recurrimos y recurriremos al 1. .. o no... o qué sé yo...
El 0 simboliza el vacío y, mal que bien, a muchos nos recuerda la fatídica nota con las que nos amenazaban en la escuela si nos portábamos mal.
Así que, bien pensado, el 1 merece un sentido homenaje. El 1 es el principio de todo. Con él se pueden obtener todos los números naturales y, a partir de éstos, los enteros, los racionales, los irracionales y los reales. El 1 es el primero, el mejor, el inicio de toda obra o creación.
El 1 puede pasar desapercibido por se aparente poca utilidad; pero es extremadamente necesario. Antes o después, todos necesitamos al 1. Durante más o menos tiempo, en más o en menos ocasiones, todos y todas hemos recurrido, recurrimos y recurriremos al 1. .. o no... o qué sé yo...
miércoles, 24 de enero de 2007
Aquel día
Sucedió hace ya algún tiempo. Unas veces me parece que fue hace mucho, y otras que fue hace poco; pero lo único importante es que sucedió.
Fue rápido, instantáneo, casi fugaz. Pero, a partir de ese momento, todo cambió. Desde entonces siempre hubo, y habrá, un antes y un después de aquello.
Sabía que algo no iba todo lo bien que debería ir; pero no quería inspeccionarlo por miedo a descubrir una realidad más dramática. Tenía la estúpida creencia de que ese funcionamiento defectuoso se corregiría sin más, casi milagrosamente. Sin embargo, aquel día todo se truncó. En aquel preciso instante no sentí dolor. Ocurrió de repente y como si fuese algo habitual. Quizá la perplejidad y la incredulidad me impedieron sentir nada.
Pasaron las horas y comenzaba a ser consciente de la gravedad del asunto, al tiempo que aumentaba el dolor. Y tanto que aumentó. Los días siguientes recibí distintos diagnósticos y todos ellos eran bastante pesimistas. Mi frustración y dolor no encontraban tregua alguna. Aún así, esos primeros análisis dejaban un pequeño margen a la esperanza. O eso quería creer yo. Durante unos días me aferré a la posibilidad de que, finalmente, todo se arreglaría. Que cambiando algunos hábitos y realizando ciertas rutinas durante un tiempo, aquella situación podría salvarse y todo podría volver a ser igual a como era antes de aquel día.
Me equivoqué. Después de unas semanas llegó el segundo dictamen. Fue tan cruel como milimétrico, tan arrollador como definitivo y tan hiriente como inapelable. Definitivamente, nada sería como había sido hasta entonces. No podría hacer lo que, hasta entonces, había hecho; no podría disfrutar de lo que, hasta entonces, había disfrutado; y, no podría amar lo que, hasta entonces, tanto había amado.
Fue difícil. Muy difícil. Necesité mucha ayuda durante muchos días. Cada uno de esos días. Pero, poco a poco, conseguí ir sobrellevando y asimilando la nueva situación. A pesar de todo ello, necesitaba cicatrizar las múltiples heridas del alma con el más candente de los tizones. Por eso volví a aquellos lugares donde había sido feliz, recordé una y otra vez momentos inolvidables y lloré hasta la saciedad la amargura enraizada en mis sentimientos.
Poco a poco, muy lentamente, y tras arduos esfuerzos, conseguí salir adelante.
A día de hoy, aún perduran algunas secuelas y, en ocasiones, siento nostalgia de lo vivido hasta aquel día; pero considero que puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que ya he superado la rotura parcial del ligamento lateral de mi rodilla derecha y el posterior descubrimiento de la condromalacia rotuliana que, entre otras cosas, me impiden jugar a voleibol, correr por la playa o andar en bicicleta desde aquel fatídico día.....
Fue rápido, instantáneo, casi fugaz. Pero, a partir de ese momento, todo cambió. Desde entonces siempre hubo, y habrá, un antes y un después de aquello.
Sabía que algo no iba todo lo bien que debería ir; pero no quería inspeccionarlo por miedo a descubrir una realidad más dramática. Tenía la estúpida creencia de que ese funcionamiento defectuoso se corregiría sin más, casi milagrosamente. Sin embargo, aquel día todo se truncó. En aquel preciso instante no sentí dolor. Ocurrió de repente y como si fuese algo habitual. Quizá la perplejidad y la incredulidad me impedieron sentir nada.
Pasaron las horas y comenzaba a ser consciente de la gravedad del asunto, al tiempo que aumentaba el dolor. Y tanto que aumentó. Los días siguientes recibí distintos diagnósticos y todos ellos eran bastante pesimistas. Mi frustración y dolor no encontraban tregua alguna. Aún así, esos primeros análisis dejaban un pequeño margen a la esperanza. O eso quería creer yo. Durante unos días me aferré a la posibilidad de que, finalmente, todo se arreglaría. Que cambiando algunos hábitos y realizando ciertas rutinas durante un tiempo, aquella situación podría salvarse y todo podría volver a ser igual a como era antes de aquel día.
Me equivoqué. Después de unas semanas llegó el segundo dictamen. Fue tan cruel como milimétrico, tan arrollador como definitivo y tan hiriente como inapelable. Definitivamente, nada sería como había sido hasta entonces. No podría hacer lo que, hasta entonces, había hecho; no podría disfrutar de lo que, hasta entonces, había disfrutado; y, no podría amar lo que, hasta entonces, tanto había amado.
Fue difícil. Muy difícil. Necesité mucha ayuda durante muchos días. Cada uno de esos días. Pero, poco a poco, conseguí ir sobrellevando y asimilando la nueva situación. A pesar de todo ello, necesitaba cicatrizar las múltiples heridas del alma con el más candente de los tizones. Por eso volví a aquellos lugares donde había sido feliz, recordé una y otra vez momentos inolvidables y lloré hasta la saciedad la amargura enraizada en mis sentimientos.
Poco a poco, muy lentamente, y tras arduos esfuerzos, conseguí salir adelante.
A día de hoy, aún perduran algunas secuelas y, en ocasiones, siento nostalgia de lo vivido hasta aquel día; pero considero que puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que ya he superado la rotura parcial del ligamento lateral de mi rodilla derecha y el posterior descubrimiento de la condromalacia rotuliana que, entre otras cosas, me impiden jugar a voleibol, correr por la playa o andar en bicicleta desde aquel fatídico día.....
Cumpleaños
Desde hace exactamente un cuarto de siglo, hoy es el cumpleaños de mi prima. Además de por lo obvio, ésta es una fecha especial para mí por la sencilla razón de que es el prólogo de mi propio cumpleaños.
En efecto, dentro de 3 días hará 32 años que nací. Por lo tanto, desde que la sección cartesiana de mi conciencia se manifestara allá por los albores de mi pubertad, los días 25 y 26 de Enero son mis particulares días de reflexión. Y es que, en esas fechas, aprovecho para recapacitar antes de acudir a las urnas y, en función de lo ocurrido en los 363 ó 364 días anteriores, expresar mi aprobación o disconformidad con respecto a la pregunta: ¿ha sido éste un buen año?
En general, dicho balance anual se efectúa el mismo día del cumpleaños, con el apuro que ello conlleva. Así que, como dispongo del doble de tiempo y ya he realizado mi particular y concienzudo recuento, pues inauguro el día 27 con esa pequeña satisfacción... o no... o qué se yo...
En efecto, dentro de 3 días hará 32 años que nací. Por lo tanto, desde que la sección cartesiana de mi conciencia se manifestara allá por los albores de mi pubertad, los días 25 y 26 de Enero son mis particulares días de reflexión. Y es que, en esas fechas, aprovecho para recapacitar antes de acudir a las urnas y, en función de lo ocurrido en los 363 ó 364 días anteriores, expresar mi aprobación o disconformidad con respecto a la pregunta: ¿ha sido éste un buen año?
En general, dicho balance anual se efectúa el mismo día del cumpleaños, con el apuro que ello conlleva. Así que, como dispongo del doble de tiempo y ya he realizado mi particular y concienzudo recuento, pues inauguro el día 27 con esa pequeña satisfacción... o no... o qué se yo...
Cabezas de dragón (II)
Una nueva penúltima frase (y es que siempre habrá otra más). Clase de multiplicación de fracciones.
Jorge - Ejercicio 4, apartado d). 7/2 ·2/7. A ver, #1, cómo se calcula este producto.
Cabeza pensante #1- Pueeees.... 7·2 partido poooor 2·7
Jorge - Bien. ¿Y eso nos da?
Cabeza pensante #1- Pueeees.... 14 catorceavos
Jorge - Bueno. Más o menos. 14 partido por 14, ¿no?
Cabeza pensante #1- Sí. Bueno. Eso.
Jorge - ¿Y cual es la fracción irreducible equivalente a 14/14?
Cabeza pensante #1- .... un avo ¡¡Ja, ja, ja!! ¡¡¡Un avo!!! ¡¡¡Un nabo!!!
Resto de cabezas pensantes - ¡¡¡¡Un nabo!!!!
Jorge - Ejercicio 4, apartado d). 7/2 ·2/7. A ver, #1, cómo se calcula este producto.
Cabeza pensante #1- Pueeees.... 7·2 partido poooor 2·7
Jorge - Bien. ¿Y eso nos da?
Cabeza pensante #1- Pueeees.... 14 catorceavos
Jorge - Bueno. Más o menos. 14 partido por 14, ¿no?
Cabeza pensante #1- Sí. Bueno. Eso.
Jorge - ¿Y cual es la fracción irreducible equivalente a 14/14?
Cabeza pensante #1- .... un avo ¡¡Ja, ja, ja!! ¡¡¡Un avo!!! ¡¡¡Un nabo!!!
Resto de cabezas pensantes - ¡¡¡¡Un nabo!!!!
martes, 23 de enero de 2007
¡¡ Viva don Serafín !!
Hoy mis alumnos han insistido. Cual clamor popular entorno a una cuestión de estado, piden mi continuidad en el cargo a gritos (literalmente). Así que, lo que podría provocar un terremoto en mi racional en exceso psique, no ha hecho más que alimentar el ataque de 'donserafinismo' que he sufrido por la mañana.
Me explico. Entre puntos de restauración y tareas programadas he llegado a la conclusión de que, tanto si estoy siendo un buen profesor, como si soy un profesor 'chollo', en ambos casos, mis alumnos salen beneficiados. Si soy un buen profesor, pues excelente por razones obvias; y si no lo soy, pues siempre viene bien un ligero descanso en una larga travesía.
En cualquiera de los dos casos, quiero creer que mi corta conviviencia con ellos les será beneficiosa. Y eso, para mí, ya es más que suficiente... o no... o qué sé yo....
Eso sí, ¡¡ viva don Serafín !!... o no... o qué sé yo...
Me explico. Entre puntos de restauración y tareas programadas he llegado a la conclusión de que, tanto si estoy siendo un buen profesor, como si soy un profesor 'chollo', en ambos casos, mis alumnos salen beneficiados. Si soy un buen profesor, pues excelente por razones obvias; y si no lo soy, pues siempre viene bien un ligero descanso en una larga travesía.
En cualquiera de los dos casos, quiero creer que mi corta conviviencia con ellos les será beneficiosa. Y eso, para mí, ya es más que suficiente... o no... o qué sé yo....
Eso sí, ¡¡ viva don Serafín !!... o no... o qué sé yo...
lunes, 22 de enero de 2007
Traición
9 de la mañana. Entro en clase y, casi sin tiempo para dar los buenos días, mis alumnos me ametrallan a preguntas:
¿Vas a corregir tú el exámen?, ¿Nos vas a dar tú los decimales? ¿Por qué no puedes quedarte más tiempo? ¿Por qué no puedes explicarnos tú los decimales? ¿Ya te vas la semana que viene? ¿No se podría hacer un cambio de profesor para que te quedaras tú?....
Me cuesta asimilar todas esas preguntas. Hago como si tal cosa y me pongo a corregir ejercicios. En la siguiente clase no paro de pensar en todas esas cuestiones. Mientras explico un infumable tema de herramientas de Windows, deduzco que esas preguntas o indican algo muy bueno o algo muy malo.
Por una parte podría ocurrir que, en tan sólo una semana, haya conseguido que esos muchachos me valoren realmente como un buen profesor. Que,en efecto, entienden lo que les explico y que, además, asumen mi autoridad como profesor de buen grado.
Pero, por otra parte, puede que su aprecio vaya encaminado por la senda de que soy un profesor 'chollo'. Vamos, que lo que explico ya lo saben desde hace tiempo y actúan para conseguir trabajar lo mínimo y que me sienta satisfecho porque se portan medianamente bien.
Después del recreo entro en el aula de otro grupo y..... mis alumnos me obsequian con idénticas preguntas a las que había recibido hacía sólo dos horas. Intento disimular mi incredulidad y asombro y, mientras me giro y corrijo sumas de fracciones concluyo que, en efecto, o soy muy bueno o soy muy malo.
Durante un instante me convenzo de lo primero y, a continuación, tengo la extraña sensación de estar traicionando al profesor titular. Como si, aprovechando su ausencia, yo conquistase el afecto de los alumnos. Como si todos sus esfuerzos realizados a lo largo de 3 meses fuesen baldíos frente a los míos durante, tan sólo, una semana. Fue una sensación ligeramente parecida a la que uno tiene cuando engaña a su pareja. Fue tan incierta como gratificante, tan cruel como plena, tan injusta como vanidosa... o no... o qué sé yo
¿Vas a corregir tú el exámen?, ¿Nos vas a dar tú los decimales? ¿Por qué no puedes quedarte más tiempo? ¿Por qué no puedes explicarnos tú los decimales? ¿Ya te vas la semana que viene? ¿No se podría hacer un cambio de profesor para que te quedaras tú?....
Me cuesta asimilar todas esas preguntas. Hago como si tal cosa y me pongo a corregir ejercicios. En la siguiente clase no paro de pensar en todas esas cuestiones. Mientras explico un infumable tema de herramientas de Windows, deduzco que esas preguntas o indican algo muy bueno o algo muy malo.
Por una parte podría ocurrir que, en tan sólo una semana, haya conseguido que esos muchachos me valoren realmente como un buen profesor. Que,en efecto, entienden lo que les explico y que, además, asumen mi autoridad como profesor de buen grado.
Pero, por otra parte, puede que su aprecio vaya encaminado por la senda de que soy un profesor 'chollo'. Vamos, que lo que explico ya lo saben desde hace tiempo y actúan para conseguir trabajar lo mínimo y que me sienta satisfecho porque se portan medianamente bien.
Después del recreo entro en el aula de otro grupo y..... mis alumnos me obsequian con idénticas preguntas a las que había recibido hacía sólo dos horas. Intento disimular mi incredulidad y asombro y, mientras me giro y corrijo sumas de fracciones concluyo que, en efecto, o soy muy bueno o soy muy malo.
Durante un instante me convenzo de lo primero y, a continuación, tengo la extraña sensación de estar traicionando al profesor titular. Como si, aprovechando su ausencia, yo conquistase el afecto de los alumnos. Como si todos sus esfuerzos realizados a lo largo de 3 meses fuesen baldíos frente a los míos durante, tan sólo, una semana. Fue una sensación ligeramente parecida a la que uno tiene cuando engaña a su pareja. Fue tan incierta como gratificante, tan cruel como plena, tan injusta como vanidosa... o no... o qué sé yo
viernes, 19 de enero de 2007
Paradoxo
Un can que rouba é un ladrón.
E un can que ladra moito tamén é un ladrón.
Entón, un can que rouba e ladra moito, ¿que é?
E un can que ladra moito tamén é un ladrón.
Entón, un can que rouba e ladra moito, ¿que é?
jueves, 18 de enero de 2007
Ying-Yang
Dentro de mí habitan, entre otros, dos personajes cuya meta vital parece ser el mantener una confrontación permanente.
Estos dos personajes son 'el opositor del año pasado' y 'el opositor de este año'. Podría pensarse que me sucede algo similar a lo narrado en el entrañable cuento de navidad que todos conocemos. Pero no es así. Estos personajes no se limitan a mostrar realidades. Los muy cabrones, además de eso, discuten y pelean entre sí y conmigo mismo en según qué circunstancias.
El opositor del año pasado está cansado, no tiene ganas de luchar, es pesimista, se siente una víctima de la injusticia y reniega de todo esfuerzo a realizar. Odia al opositor de este año porque eso significa odiar la derrota sufrida cuando el era 'el opositor de aquel año', y ese odio alivia el dolor provocado por aquel fracaso.
El opositor de este año es astuto, ágil, tozudo, rebelde, afronta los grandes retos con un entusiasmo heroico y siempre conserva la esperanza incluso en situaciones claramente condenadas al fiasco. Odia al opositor del año pasado por todo lo que representa, y porque sabe que es en lo que se convertirá si no vence.
El opositor del año pasado tiene armas poderosas. Es un guerrero enorme, tan forzudo como poco habilidoso; pero arrasa con todo aquello que se interpone en su camino y es, a priori, un adversario invencible.
El opositor de este año posee otras virtudes. Su estrategia consiste en ganar pequeñas batallas, en aprovechar todas las ocasiones, por ínfimas que éstas sean, para producir el mayor daño posible.
Cuando uno está venciendo el otro está siendo derrotado. Y su batalla es tan cruel como constante; pero, a día de hoy, ambos saben que esa batalla también es y será larga, muy larga, muy muy larga.... quizá, hasta demasiado larga incluso para ellos.
miércoles, 17 de enero de 2007
Cabezas de dragón
El caso es que cada dragón tiene varias cabezas. Y cada cabeza, lógicamente, su cerebro. De dicho cerebro surgen diversas 'lindezas' que, obviamente, la boca de su correspondiente cabeza se encarga de verbalizar y, por tanto, comunicar al resto de cabezas..... y al propio Jorge, claro está.
La penúltima fue:
Cabeza pensante #1: - Joer, ¿como se llaman los chavales estos que andan chungos todo el día?
Cabezas oyentes: - ......
Cabeza pensante #2 - ¿Los de la leucemia?
Cabeza pensante #1 - No, coño!!
Cabeza pensante #2 - ....
Cabeza pensante #1 - Ah! Sí, joer. Estos del síndrome de Down
La penúltima fue:
Cabeza pensante #1: - Joer, ¿como se llaman los chavales estos que andan chungos todo el día?
Cabezas oyentes: - ......
Cabeza pensante #2 - ¿Los de la leucemia?
Cabeza pensante #1 - No, coño!!
Cabeza pensante #2 - ....
Cabeza pensante #1 - Ah! Sí, joer. Estos del síndrome de Down
martes, 16 de enero de 2007
La madre de todas las batallas
Regresar a aquel lugar fue inquietante, pavoroso, sobrecogedor. Un escalofrío recorrió su cuerpo y, por un instante, pudo recordar las escenas allí acaecidas hacía no mucho tiempo.
Ahora, el silencio lo invadía todo. Lo callaba todo. Lo escondía todo. Como pretendiendo que lo allí vivido no hubiera pasado.
Aquel silencio querría borrar de la memoria los bramidos de la feroz batalla, los encarnizados duelos por alcanzar el triunfo, la pasión de cada uno de los contendientes por aniquilar al adversario, la fe de todos y cada uno de los gladiadores presentes en el combate, el ensañamiento en cada pequeña victoria que se iba logrando a costa del rival, la tozuda insistencia de los ejércitos por obtener la victoria final....
Estaba completamente absorto, ensimismado, inmóvil por el pánico que provocaba el realismo de los recuerdos. Y, súbitamente, sucedió lo imprevisible..... 'Señores clientes, ¡ todas las prendas al 50% !'
¡¡¡Redios!!! En efecto. Era el segundo día de las putas rebajas.
Ahora, el silencio lo invadía todo. Lo callaba todo. Lo escondía todo. Como pretendiendo que lo allí vivido no hubiera pasado.
Aquel silencio querría borrar de la memoria los bramidos de la feroz batalla, los encarnizados duelos por alcanzar el triunfo, la pasión de cada uno de los contendientes por aniquilar al adversario, la fe de todos y cada uno de los gladiadores presentes en el combate, el ensañamiento en cada pequeña victoria que se iba logrando a costa del rival, la tozuda insistencia de los ejércitos por obtener la victoria final....
Estaba completamente absorto, ensimismado, inmóvil por el pánico que provocaba el realismo de los recuerdos. Y, súbitamente, sucedió lo imprevisible..... 'Señores clientes, ¡ todas las prendas al 50% !'
¡¡¡Redios!!! En efecto. Era el segundo día de las putas rebajas.
lunes, 15 de enero de 2007
Desafíos parciales
Era temprano y tenía prisa. Hacía algo de frío pero la premura me impidió apreciarlo. De nuevo, todo nuevo. Volvía a ser 'el sustituto'.
Y la historia se repitió otra vez. Sonrisas pícaras y miradas inquisidoras a mi paso. Pero eso también tiene su lado positivo. Intento pasar lo más desapercibido posible y observar al máximo a mis nuevos compañeros. Me gusta fijarme en la gente cuando está en su 'hábitat' natural y estudiar sus comportamientos.
En el aula es distinto. Te conviertes en Jorge luchando contra un dragón de 'veintipico' cabezas. Y luchas contra distintos dragones cada mañana. Y hoy han comenzado varios combates. Momentos de tanteo. De respeto mutuo. De estudiar al contrario y de verificar si la lucha podrá llegar a ser amistosa o si habrá 'ondonadas de hostias'. Por ahora, parece que la cosa pinta razonablemente bien.... o no... o qué se yo...
Y la historia se repitió otra vez. Sonrisas pícaras y miradas inquisidoras a mi paso. Pero eso también tiene su lado positivo. Intento pasar lo más desapercibido posible y observar al máximo a mis nuevos compañeros. Me gusta fijarme en la gente cuando está en su 'hábitat' natural y estudiar sus comportamientos.
En el aula es distinto. Te conviertes en Jorge luchando contra un dragón de 'veintipico' cabezas. Y luchas contra distintos dragones cada mañana. Y hoy han comenzado varios combates. Momentos de tanteo. De respeto mutuo. De estudiar al contrario y de verificar si la lucha podrá llegar a ser amistosa o si habrá 'ondonadas de hostias'. Por ahora, parece que la cosa pinta razonablemente bien.... o no... o qué se yo...
domingo, 14 de enero de 2007
Momentos de felicidad
Suelo pensar que a lo largo de mi vida se presentan, de vez en cuando, algunos momentos (segundos, minutos y a veces incluso horas) de felicidad. A veces son previsibles y otras no tanto; pero suele lo que recuerdas cuando haces inventario de según qué etapa de tu vida.
Pues el sábado por la noche sucedió uno de esos entrañables momentos.
Pues bien, este blog nace como consecuencia de parte de lo acontecido esa noche y, por lo tanto, quiero creer que por ese simple motivo valdrá la pena cuidarlo y mimarlo..... o no... o qué se yo...
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