sábado, 30 de junio de 2007

Insomnio

En condiciones normales, únicamente sufro insomnio los domingos. Quizá, mi reloj biológico impone que haga resumen de la semana y que asuma lo que he de afrontar durante los próximos 7 días. Dichas disquisiciones dominicales no suelen prolongarse más allá de las 3 de la madrugada, y el cansancio que generan suele subsanarse con una hora más de sueño de lo habitual al día siguiente.
El problema de la semana pasada fue que no me encontraba en condiciones normales. El domingo mi habitual desvelo se prolongó hasta las seis de la mañana. Al día siguiente, y ante mi acuciante cansancio adelanté mi deseado encuentro con Morfeo una hora... pero Morfeo se retrasó y no apareció hasta más allá de las 4.30 de la madrugada. El martes ocurrió lo mismo que el lunes y el miércoles.... el miércoles el opositor de este año estaba hecho una piltrafa; pero la tensión conseguía mantenerlo presto y dispuesto a seguir librando su encarnizada batalla. Y al final apareció Morfeo a una hora prudencial; aunque casi fue peor el remedio que la enfermedad. Al opositor de este año se le dio por soñar que estaba en pleno descenso de la última cima de la etapa reina de la carrera. Pero no era su bicicleta, ni su dorsal; sino que defendía, sorpresivamente, sin haber entrenado en absoluto y a lomos de un patinete, los intereses de uno de los compañeros de Jorge. Al despertar, la angustia generada era sumamente latente.
En definitiva, un desbarajuste bastante puñetero... o no... o qué sé yo...

miércoles, 27 de junio de 2007

Miscible

Hace un par de días andaba yo por esos blogs de la red y en una entrada aparecía la palabra 'miscible'.
Desde entonces, esa palabra, en un contexto y connotaciones similares no cesan de reproducirse en mi mente. El modo en que era utilizada era preciso, exacto, infinitamente descriptivo, en suma, el único posible para su propósito. Cual guante a su mano, como el agua a una botella, como el río a su cauce.
Y era así porque describía perfectamente algo que, en ocasiones, evoco nostálgicamente. Era como si alguien entrase en mi subconsciente, embocase el corredor de los deseos, extrajese uno de los más añejos y, a continuación, lo plasmara con palabras incluso con mayor precisión, detalle y sutileza de lo que mi psique podría hacer jamás.
Puede que la mezcla (¡qué curioso!) de esa lectura con mis añoranzas crearan una fantasía perfecta que me gustaría volver a vivir algún día.
Sea como fuere, muchas gracias Cat Ballou.

martes, 26 de junio de 2007

Paseniño, paseniño

Paseniño, paseniño
vou pola tarde calada
de Bastabales camiño.

Camiño do meu
contento;
i en tanto o sol non se
esconde
nunha pedriña me sento.

E sentada estou mirando
como a lua vai saindo,
como o sol se vai
deitando.

Cal se deita, cal se esconde
mentres tanto corre a lua
sin saberse para donde.

Rosalía de Castro

lunes, 25 de junio de 2007

100 momentos de felicidad

Y allí estábamos todos, intentando disimular como buenamente podíamos los nervios y la tensión que nos recorría el cuerpo de arriba a abajo. A todos y cada uno de nosotros.
La meta perseguida era la misma de todos los años; pero en esta ocasión el trazado era diferente. En principio, beneficiaba a los rodadores más que a los escaladores natos. Ahora había cinco repechos importantes pero de escasa longitud. Además, la ventaja adquirida en etapas anteriores permitía a los no escaladores ceder algo de tiempo en el exigente ascenso.
Pero ya se sabe que hasta que se cruza la meta todo puede ocurrir.
La primera dificultad no fue tal en realidad. De hecho, fue la salvación de gran parte del pelotón para que la etapa no desembocase en un fiasco.
La segunda curva elevó la exigencia; pero nadie osó atacar al grupo y tomar distancias.
La tercera pendiente sorprendió a todos. Nos mirábamos con estupor. Fue imposible afrontarla con una mínima esperanza global de éxito. Así que se impuso una marcheta de grupo que encaminase al colectivo al siguiente trance. Pasaban las dificultades y nadie atacaba. Ya teníamos bastante con medir las propias fuerzas y decidir si sería beneficioso atacar o si la preciada oportunidad se había desvanecido ante nuestras narices.
La cuarta curva incrementó la incertidumbre. Los escaladores no veían terreno propicio y los rodadores seguían con el miedo en el cuerpo y bastante habían hecho al no haber perdido rueda en la primera curva.
Pero la última curva decidió. Era muy similar a la cuarta. Análogo trazado y pendientes casi idéndicas. Y el opositor de este año se percató de ello y se anticipó al resto del pelotón. Se dejó caer a la cola del grupo, tomó aire, ajustó el escalpié, bebió agua, se levantó sobre la bicicleta y demarró con todas sus fuerzas.
Sin mirar atrás, dejó el alma en cada pedalada. Aferrándose al manillar, invirtió todas las horas de entrenamiento en aquella decisiva carretera. Le dolían las piernas, pero ese dolor significaba que la ventaja se iba incrementando. Apretó los dientes y se dirigió como un poseso en busca de la cumbre.
No sabía lo que acontecía por atrás. Desconocía si la ventaja era mucha o poca. Pero la satisfacción de haberse vacíado en aquella ascensión recompensaba todo el sufrimiento acumulado.
Y ahora el opositor de este año afronta el descenso. Un delicado ejercicio de precisión y riesgo donde los frenos pueden ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Un arriesgado trayecto en el que un pequeño despiste puede mandarte a la cuneta y echar al traste todo el trabajo realizado. Pero también una disciplina en la que, con una pizca de suerte y la dosis adecuada de riesgo asumido, las ventajas se mantienen o, incluso, se incrementan a favor de los mejor entrenados.
Y al final de todo, la meta. Y entonces, será el momento de tomar tiempos y comprobar la posición de cada uno en la meta y de verificar quien se lleva la clasificación general y quien debe intentarlo otro año.
Lo importante es que, a punto de iniciar el vertiginoso descenso, el opositor de este año está satisfecho y hasta relativamente esperanzado.
En el momento de coronar la cumbre un compañero de equipo le dijo 'dálle caña, hostia. Que esta é a túa'. Y en ello estamos.

viernes, 15 de junio de 2007

Laplace (II)

Y ya puestos a jugar con la Probabilidad, lo suyo sería simular la maldita/bendita extracción. Es decir, digan ustedes cinco números distintos que estén comprendidos entre el 1 y el 71 (ambos incluídos).
Si alguna de esas combinaciones es una de las 35 de 10000 que me obligarían a destrozar una tapa de un BIC, pues mejor (ya que se supone que es mucho más difícil que ese suceso tenga lugar dos veces). Si todas las combinaciones son válidas eso animaría al opositor de este año, y como hay 9935 cartas favorables en esta baraja, tampoco ocurre nada raro si se utilizan 20 o 30 antes de la extracción definitiva.
Así que, lectores habituales o esporádicos, comentaristas, anónimos y demás blogueiros..... ¡¡¡participad y enviadme vuestra combinación maldita!!!
... o no... o qué sé yo...

martes, 12 de junio de 2007

Laplace

Según el Cálculo de Probabilidades, en unos 9935 casos de 10000 posibles el opositor de este año estará en disposición de competir, de luchar, de desplegar a sus legionarios y batirse en buena lid.
En unos 9935 casos habrá que exprimir la neurona y Pepito Grillo no tendrá ni voz ni voto hasta, al menos, el segundo combate de este año.
En 65 de 10000 casos habrá que intentar cortarse las venas con la tapa de un BIC... o no... o qué sé yo...


sábado, 9 de junio de 2007

En barrena

El proceso fue el siguiente:
el viernes pasado estaba con Anxo y con pepedante en un restaurante turco. A la hora de elegir la comanda lo más práctico fue referirnos a cada plato con el número que tenía asignado en la carta. Y tuvo que pasar.
Anxo dijo: "el 13"
Se hizo un silencio y, automática e inconscientemente, el opositor del año pasado y el de este año contestaron al unísono: "polinomios".
La risa fue generalizada. Y Anxo añadió: "Joder, si es que hay detalles que te dicen que estás en casa y no hay vuelta de hoja"
Al domingo siguiente recibí un sms de Anxo: "que sepas que eres una mala influencia. No me puedo resistir a decir 'polinomios' siempre que escucho o veo el número 13".
Dos días más tarde, ojeando la página del programa de televisión de Buenafuente, vi un corte en el que aparecía el Neng comentando el video de Tatagolosa titulado 'Micrófonos'.
Y ahí se produjo la evacle neuronal: mezclé el vídeo con los polinomios, y desde aquel día se repite una y otra vez ese vídeo en mi mente... con la salvedad de que en vez de oirse 'micrófonos' se repite la palabra 'polinomios'.
Conclusión: necesito una desintoxicación neuronal urgentemente.... o no... o qué sé yo...

viernes, 8 de junio de 2007

jueves, 7 de junio de 2007

Alpe d´Huez

Ya se ha sobrepasado el comienzo de puerto. Quedan 25 curvas. Ahora es cuando hay que apretar los dientes y aplicar al máximo lo entrenado durante todo el año. Sólo quedan los mejores; pero no todos saldrán victoriosos.
Es ahora cuando el dolor debe ser casi adictivo y hasta satisfactorio. Es cuando el 'no puedo más' debe carecer de sentido. Es cuando cada mínimo descanso es una inversión para afrontar la próxima rampa con, incluso, mayor energía.
Es hora de dar el 200%. De imponer un ritmo infernal hasta sobrepasar la meta y, si es posible, atacar y dejar detrás al pelotón.
Así, una vez sobrepasada la meta, siempre quedará el consuelo de haber dado el máximo. De haberlo intentado todo.
Si no se vence que sea porque otros hayan entrenado mejor o porque tenían ventaja de etapas anteriores; pero nunca por no haber escrutado al milímetro cada método en pos de la victoria.
Primera selección del pelotón: 23 de Junio a las 9 de la mañana en Lugo.

martes, 5 de junio de 2007

Cabezas de dragón

Cabeza de dragón #1: Pues a mí ahora las Matemáticas me empiezan a gustar. Porque en primero y en segundo no me gustaban; pero ahora....

La sonrisa disimulada de Jorge pretendía esconder la satisfacción producida por la parte que le tocaba (por pequeña que fuera) de ese cambio de opinión en ese dragón.

Cabeza de dragón #2: Es que con Jorge las Matemáticas molan.

Jorge fijó su mirada en el encerado y procuró no girarse para ocultar la expresión de su rostro y que surgieran infundadas suspicacias. Al mismo tiempo, se pudieron oir los lógicos reproches:
Cabezas de dragón: ¡Mira que eres pelota, carallo! ¡Ya sé yo por qué aprueba este!...

Pero Jorge se quedó con la alegría de saber que tanto esfuerzo en tantas batallas son útiles, al menos, para dos dragones.

lunes, 4 de junio de 2007

Sabiduría popular

E sentenciou o meu tío:
'Hoxe é así, mañá xa veremos como é'

viernes, 1 de junio de 2007

26 meses

26 meses estuve allí.
26 meses monótonos, rutinarios, asfixiantes, alienantes.
26 meses en los que 5 de cada 7 días estaba donde no quería estar y medio día más pensando que me tenía que ir.
26 meses de retrasos en los aviones.
26 meses de noches de domingo en vela cavilando como cambiar aquello.
26 meses en los que los malos momentos eran cualquier momento.
26 meses en los que los buenos momentos eran especialmente buenos por el simple motivo de que conseguían que el tiempo pasase rápidamente.
26 meses notándome acento madrileño los viernes por la tarde y acento gallego los lunes por la mañana.
26 meses presenciando en primera fila la mala educación, la chulería y la prepotencia.
26 meses en los que expresiones como 'ej que loj cajcoj ejtán jodidos' o 'tráemele que me le leo' perforaban mís tímpanos sin piedad.
26 meses sufriendo las aglomeraciones del metro.
26 meses casi sin lluvia, casi sin verde, casi sin mar.
26 meses para aprender que la paciencia no debe ser la única solución.
26 meses diciéndonos 'si yo no quiero irme y tú no quieres que me vaya, ¿por qué cojones me voy?'
Odié, odio y odiaré, al menos durante 26 eternidades, a Madrid.