Fue hace algo más de un año. La pierna derecha de don Serafín parecía el globo de Betanzos. El agudo malestar general era persistente e insistente. Lo principal en aquel momento era bajar la hinchazón. Así que don Serafín estaba todo el día con la pierna en alto, tomaba antiinflamatorios cada 8 horas y, por las noches, hacía un emplaste de hierbas para recubrir la pierna y que aquello fuese mejorando algo. Dicho envoltorio iba fijado con esparadrapo y eso, en quienes no se depilan, es sumamente doloroso. El remedio casero era echar limpiacristales en el esparadrapo para que se despegara mejor.
Y así lo hizo don Serafín. El problema sergió cuando el abuelo de Jack Jack se ofreció para realizar tal tarea. Eran las 7.30 de la mañana y el ritmo de recados ya era infernal. Don Serafín acababa de despertarse: dolorido física y moralmente, malhumorado y con un bajo nivel de consciencia. Se sentó en la cocina y antes de que pudiese reaccionar, el abuelo de Jack Jack ya estaba con el Cristasol en la mano encharcando la maltrecha pierna de don Serafín. Se juntaron la sorpresa de tal acción, el frío de aquel líquido, el odio a aquella lesión, la premura con que era ejecutada aquella acción y.... el primer tirón.
El enfado se precipitó. Vino el segundo tirón y sólo se oyó un 'uuuuuuffff....', pero el tercero fue definitivo. No se pudo contener y en la cocina se oyó un 'cago en diossss' sumamente explícito.
El abuelo de Jack Jack reaccionó al instante y contestó a aquella exclamación con un 'bueno, mejor ya lo despegas tú como prefieras'.
Don Serafín sólo acertó a contestar, casi pidiendo perdón, 'sí, vale....vale' mientras empezaba a asimilar que le había dicho aquello a la cara a su padre.
jueves, 3 de mayo de 2007
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2 comentarios:
A mí ya me alegraría el día lo bien que huele el cristasol. Jo, echárselo por la pierna debe molar.
Si el olor no me importaba; pero el frío y la depilación súbita...
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