viernes, 4 de mayo de 2007

Cabezas de dragón

Jorge tuvo que ayudar a mover unas mesas así que, cuando iniciaba su encuentro con los dragones de mayor edad, estaba casi sudando. El reloj le molestaba, así que decidió quitárselo. Pero al querer dejarlo sobre la mesa se le resbaló y cayó al suelo.

Jorge: "Noooo...."
Dragón: "Bueno, bueno... tampoco es para tanto. Sólo es un reloj"
Jorge: "Es un reloj. Y le tengo un cierto aprecio sentimental"
Dragón: "Claro. Seguro que te lo regalo tu 'ex' "

Tocado y hundido.

No hay comentarios: