viernes, 14 de septiembre de 2007

Septiembre

El otro día me di cuenta. Era tan indudable como palpable. Por su persistencia, evidencia e insistencia.
Desde hace muchos años, Septiembre es mi mes de las cavilaciones por excelencia. Es como una insomne noche de domingo, pero multiplicado por 100. Como el día de fin de año o el de mi cumpleaños, pero sin resquicio alguno de alegría.
Supongo que su origen se debe al calendario escolar. En el instituto, antes de empezar COU, antes de empezar la carrera, durante la carrera.... El mes de Septiembre era como un gong que avisaba del final de las vacaciones y del inicio del nuevo curso. Pero mis disquisiciones estaban focalizadas en el aspecto académico.
Sin embargo, desde hace unos años, esos pensamientos se han convertido en una exposición de todas las opciones vitales relativas a los más diversos aspectos. Y parece como si tuviese la obligación de revisar cada opción. Y no quiero escoger. Preferiría no escoger. Aunque luego el no escoger se revela como sumisión. Y también me disgusta. Aunque, a continuación, descubro que el no escoger supondría una alta dosis de felicidad. No escoger querría decir que las distintas elecciones de los distintos temas serían las adecuadas o, al menos, las óptimas en cada caso. Y no tendría sentido cambiarlas. Pero eso sería un imposible y todo es susceptible de mejora. Así que me veo en el punto inicial. Con la sensación de que debe decidir algo.
Quizá sea la inactividad propia de este mes la que me lleva a pensar tanto. Puede que sea la incertidumbre del presente más inmediato. Puede que ya sea una tradición convertida en ley. Quién sabe.
El caso es que estoy deseando que llegue Octubre de una vez... o no... o qué sé yo...

1 comentario:

PepeDante dijo...

Claramente tienes que escuchar esta canción.
http://www.goear.com/listen.php?v=993ccdf