Un mes y un día hacía que no escribía nada. Había ideas, había temas; pero el tiempo era escaso.... Incierto, el tiempo siempre es el mismo; lo complicado es gestionarlo para hacer todo lo que deseas hacer.
Sin embargo, toda esa vorágine de futuribles entradas se petrificó en un segundo y una décima. El tiempo exacto en que tardó en sonar el móvil anunciando un mensaje.
Quizá ahora esas futuribles entradas tengan otra óptica... o no... o qué sé yo...
lunes, 12 de enero de 2009
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2 comentarios:
Buenas!!! pues sí que hacía tiempo, a mí incluso me parecio más... pero ya se sabe lo que pasa con el tiempo...
¡qué poder tan increible pueden tener algunos mensajes!
Un saludo a su tiempo.
Más que los mensajes son los sentimientos que llevan consigo... o no... o que sé yo...
Mi tiempo le devuelve el saludo ;-)
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