Jorge: ¿Cómo fixestes este exercicio?
Cabeza de dragón#1: Eu calculín directamente, papá!!
....
Cabezas de dragón: jajajajaja, ¡¡chamoulle 'papá'!!
Jorge: ('calculín'!!, ¡¿¡¿'papá'?!?!... polo menos aprécianme)
miércoles, 24 de octubre de 2007
lunes, 22 de octubre de 2007
Machinhus White & The Oyster Band
No mistake at all
I've got bad news
it wasn't by chance
I wanted that it happened us...
and you, and you
let it happened
I don't want you to forgive me
and don't apologize me
Don't deny you've been looking for me
Nothing of all this
nothing was an error at all
No mistake at all
Nothing of all this was an error at all.
Errors aren't chosen
luckyly and unfortunately
I didn't fail when you came...
and you, and you
didn't want to fail
I learned the difference between game and chance
the one who simply looks
and the one who gives everything
Nothing of all this
nothing was an error at all
No mistake at all
Nothing of all this was an error at all.
I've got bad news
it wasn't by chance
I wanted that it happened us...
and you, and you
let it happened
I don't want you to forgive me
and don't apologize me
Don't deny you've been looking for me
Nothing of all this
nothing was an error at all
No mistake at all
Nothing of all this was an error at all.
Errors aren't chosen
luckyly and unfortunately
I didn't fail when you came...
and you, and you
didn't want to fail
I learned the difference between game and chance
the one who simply looks
and the one who gives everything
Nothing of all this
nothing was an error at all
No mistake at all
Nothing of all this was an error at all.
martes, 16 de octubre de 2007
domingo, 14 de octubre de 2007
Marion Jones
El otro día comentaban en todos los telediarios la noticia de la rueda de prensa ofrecida por Marion Jones. En dicha rueda de prensa, la atleta, reconocía haberse dopado antes de los Juegos Olímpicos de Sydney.
Mientras se desarrollaba la noticia, me vino a la mente el primer recuerdo que tuve relacionado con esta mujer. Era la imagen de su, por entonces, marido aporreando a puñetazo limpio un asiento del estadio donde competía su esposa. Más de 130 kilos de rabia y odio focalizados en un puño. Esa ira debía de ser la que atemorizaba a Marion. Recuerdo que cuando presenciaba esa competición por televisión y el realizador encadenó la imagen de la cara de Marion tras el espectáculo de brutalidad ofrecido por su marido, yo no conseguía salir de mi asombro. Mientras mi cabeza me decía que esos momentos tenían que ser de decepción, frustración y necesidad de auxilio y consuelo; mis ojos presenciaban enfado, culpabilidad y temor. Sobre todo culpabilidad.
Mi perplejidad aumentó cuando el comentarista citaba que el marido había obligado a Marion a participar en 5 o 6 disciplinas distintas; a pesar de que ella argumentaba que eso influiría en su rendimiento negativamente y aumentaría las probabilidades de sufrir una lesión (como la que acababa de sufrir en aquellos instantes).
Después de dicho recuerdo, en la rueda de prensa, se veía a una mujer sumamente arrepentida y dolida; aunque consciente de que necesitaba hacer pública esa confesión. Tenía la obligación de rechazar lo que había conseguido mediante las trampas y las malas artes.
Quienes no estaban en esa comparecencia eran los 130 kilos que aporreaban el asiento.
Al final, me quedó el alivio de pensar que Marion podrá vivir sin esa mancha en su conciencia, sin el peso de esa enorme mentira, sin recordar el fraude cometido cada vez que viera aquellas medallas de Sydney.
Él, probablemente, pondrá mil excusas y encontrará infinidad de culpables.... ninguno de los cuales será él mismo, por supuesto... o no... o qué sé yo...
Mientras se desarrollaba la noticia, me vino a la mente el primer recuerdo que tuve relacionado con esta mujer. Era la imagen de su, por entonces, marido aporreando a puñetazo limpio un asiento del estadio donde competía su esposa. Más de 130 kilos de rabia y odio focalizados en un puño. Esa ira debía de ser la que atemorizaba a Marion. Recuerdo que cuando presenciaba esa competición por televisión y el realizador encadenó la imagen de la cara de Marion tras el espectáculo de brutalidad ofrecido por su marido, yo no conseguía salir de mi asombro. Mientras mi cabeza me decía que esos momentos tenían que ser de decepción, frustración y necesidad de auxilio y consuelo; mis ojos presenciaban enfado, culpabilidad y temor. Sobre todo culpabilidad.
Mi perplejidad aumentó cuando el comentarista citaba que el marido había obligado a Marion a participar en 5 o 6 disciplinas distintas; a pesar de que ella argumentaba que eso influiría en su rendimiento negativamente y aumentaría las probabilidades de sufrir una lesión (como la que acababa de sufrir en aquellos instantes).
Después de dicho recuerdo, en la rueda de prensa, se veía a una mujer sumamente arrepentida y dolida; aunque consciente de que necesitaba hacer pública esa confesión. Tenía la obligación de rechazar lo que había conseguido mediante las trampas y las malas artes.
Quienes no estaban en esa comparecencia eran los 130 kilos que aporreaban el asiento.
Al final, me quedó el alivio de pensar que Marion podrá vivir sin esa mancha en su conciencia, sin el peso de esa enorme mentira, sin recordar el fraude cometido cada vez que viera aquellas medallas de Sydney.
Él, probablemente, pondrá mil excusas y encontrará infinidad de culpables.... ninguno de los cuales será él mismo, por supuesto... o no... o qué sé yo...
domingo, 7 de octubre de 2007
Diversidad lingüística
Jorge: ¿Cómo fixestes este exercicio?
Cabeza de dragón #1: Eu sumín e logo multipliquín.
Cabeza de dragón #2: Pois eu restín.
Jorge: A ver... fixaivos ben o que vos di o enunciado
....
Jorge: E así temos, cen máis cinco son cento cinco. E cento cinco por cinco, cinco centos vinte cinco. ¿Vale?
Cabeza de dragón #1: ¿Cómo? Sen máis sinco, sento sinco. E sento sinco por sinco, quinientos vinte sinco. ¿É así?
Jorge: Sí, quinientos vinte sinco
Cabeza de dragón #1: Eu sumín e logo multipliquín.
Cabeza de dragón #2: Pois eu restín.
Jorge: A ver... fixaivos ben o que vos di o enunciado
....
Jorge: E así temos, cen máis cinco son cento cinco. E cento cinco por cinco, cinco centos vinte cinco. ¿Vale?
Cabeza de dragón #1: ¿Cómo? Sen máis sinco, sento sinco. E sento sinco por sinco, quinientos vinte sinco. ¿É así?
Jorge: Sí, quinientos vinte sinco
jueves, 4 de octubre de 2007
Machinhus White & The Oyster Band
Has perdido ese sentimiento de amor.
Ya no cierras tus ojos cuando te beso.
Y no hay ternura en tus caricias como antes.
Procuras que no se note. Pero yo lo sé.
Has perdido ese sentimiento de amor. Se ha ido.
Ahora no hay una mirada de bienvenida en tus ojos cuando te miro.
Y empiezas a criticar mis detalles.
Y eso me hace llorar, porque algo en tí se está muriendo.
Has perdido ese sentimiento de amor. Se ha ido.
Me arrodillo ante tí. Si simplemente me amaras como solías hacer.
Teníamos un amor que no se encuentra todos los días.
Por eso, no lo dejes escapar.
Has perdido ese sentimiento de amor. Se ha ido.
Te suplico. Necesito tu amor. Devuélvenoslo, porque se ha ido y no puedo seguir.
Devuelve ese sentimiento de amor porque se ha ido.
Ya no cierras tus ojos cuando te beso.
Y no hay ternura en tus caricias como antes.
Procuras que no se note. Pero yo lo sé.
Has perdido ese sentimiento de amor. Se ha ido.
Ahora no hay una mirada de bienvenida en tus ojos cuando te miro.
Y empiezas a criticar mis detalles.
Y eso me hace llorar, porque algo en tí se está muriendo.
Has perdido ese sentimiento de amor. Se ha ido.
Me arrodillo ante tí. Si simplemente me amaras como solías hacer.
Teníamos un amor que no se encuentra todos los días.
Por eso, no lo dejes escapar.
Has perdido ese sentimiento de amor. Se ha ido.
Te suplico. Necesito tu amor. Devuélvenoslo, porque se ha ido y no puedo seguir.
Devuelve ese sentimiento de amor porque se ha ido.
martes, 2 de octubre de 2007
Impagable
Jorge está perdido. Cual pulpo en un garaje. Como un elefante en una tienda de antigüedades. Aunque poco a poco consigue situarse.
Lo que sí tiene claro Jorge es que está contento. Las batallas con los dragones son cada vez más estimulantes y satisfactorias. Pero la guinda del pastel la disfrutó hoy por la mañana.
Increíblemente, Jorge consiguió salir de su castillo sin prisa alguna. Sabía que podría recorrer el camino que le llevaba al campo de batalla apreciando cada detalle. Y así lo hizo. Esos 15 minutos paseando a lo largo del pinar que bordea la playa con una mezcla de olores entre el arume y el salitre fue impagable.
Y lo mejor es que ese paseo se repetirá cada día durante los próximos meses... o no... o qué sé yo...
Lo que sí tiene claro Jorge es que está contento. Las batallas con los dragones son cada vez más estimulantes y satisfactorias. Pero la guinda del pastel la disfrutó hoy por la mañana.
Increíblemente, Jorge consiguió salir de su castillo sin prisa alguna. Sabía que podría recorrer el camino que le llevaba al campo de batalla apreciando cada detalle. Y así lo hizo. Esos 15 minutos paseando a lo largo del pinar que bordea la playa con una mezcla de olores entre el arume y el salitre fue impagable.
Y lo mejor es que ese paseo se repetirá cada día durante los próximos meses... o no... o qué sé yo...
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