Al principio, se me ocurrían cosas y las escribía. Cosas inconexas, o no; aunque, en su mayoría, eran pensamientos que cohabitaban en mi cerebro desde un cierto tiempo.
Luego, una vez "vaciada" la materia gris, surgieron diversas y recurrentes temáticas.
Pero, sin quererlo (o sí), ha pasado cierto tiempo en el que no sabía ni quería saber cual era la línea argumental que debía seguir.
Ni me gustaba ni me dsgustaba especialmente esa situación. Pero era consciente de que me divertía más cuando escribía más. Así que decidí iniciar la búsqueda del argumento de mis historietas: podría contar recetas de cocina, podría contar batallas de Jorge, podría contar viajes (pasados, presentes y futuros). Podría contar mil cosas y ninguna a un tiempo; aunque ésto ya lo había hecho y la sequía actual parecía implacable....
Sin embargo, hoy salí a la calle a hacer unas compras y, mientras cavilaba sobre la ansiada temática bloguera, me topé con tres historietas a contar. Y... ¡ahí estaba! ¡Delante de mis narices! ¡Lo que estaba buscando!
Conclusión: tengo que salir más a la calle, que es donde están las historias cotidianas, donde están las vidas... o no... o qué sé yo...
4 comentarios:
Siempre me he preguntado eso, si hay que buscar fuera o hay que buscar dentro...
Yo tampoco lo tengo muy claro. Con decirte que haber sido consciente de que había que buscar ya me pareció todo un logro... o no... o qué sé yo...
yo creo que siempre hay cosas que contar, de dentro o de fuera. A mi particularmente me interesan más las de dentro, y cuanto más adentro... más me gustan.
...lo de fuera, siempre provoca algo en nosotros...y también saldrá de dentro..., por lo tanto, yo que sé
Si al final los conceptos 'dentro' y 'fuera' son relativos. Dependen de la óptica del protagonista... o no... o qué sé yo...
Publicar un comentario