En efecto, el sábado fue el primer día de una nueva intentona. Así que ahora toca hacer lo mismo que los músculos: crecer mientras uno duerme.
Tan importante como ejercitarse es el descansar adecuadamente.
No vendrán nada mal dos meses para convencerme de que uno nunca sabe donde está su suerte; que el curso que viene me ofrecerá las mejores batallas, porque serán las que, en efecto, viviré; que el camino seguido ha sido el adecuado y que hay que insistir en él.
Bien es cierto, que también habrá que purgar la machacona herida que infringe el saber que un 9.26 se queda fuera, mientras que un 5.295, cuyo único y 'plausible' mérito es el de estar en el lugar preciso en el momento adecuado, se acaba llevando el premio gordo....
Hasta Septiembre, pues... o no... o qué sé yo...
lunes, 23 de julio de 2007
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3 comentarios:
A mí no me queda otra que aplaudir toda tu constancia y tu fuerza, que ya quisiera yo tener. Yo sé que lo consigues.
Mira, que bien te ha quedado expresado a ti lo que quería decirle yo... ¿Se vale abonarse al comentario de pepedante?
:-)
Si otra cosa no; pero tozudo soy un rato. Así que seguro que volveré con más fuerza, incluso.
Eso sí, primero a lamer las heridas.
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